tarea de cine, intento de guión.

Ninguna de las personas de allí parece estar a gusto. La cámara está en el centro de la habitación, y gira sobre sí misma, mostrando a cada una de las personas: una mira el reloj, otra se rasca la nariz, otra se mueve sin cesar en su asiento, otra mantiene la vista fija en el suelo, otra carraspea bajito. El clima es incómodo.
Las paredes y el techo, bajo, son blancos. El piso es alfombra azul. Las sillas son sencillas, y rechinan con los movimientos impacientes de las personas. La mayoría está vestida muy discretamente, y el decorado de la habitación consta de un único cuadro, que representa a un bosque que bordea un camino que conduce a una luz. Del techo cuelga una lámpara de luz blanca y fría.
La habitación es circular, y por la única puerta aparece un señor cuarentón un poco canoso, de actitud relajada, que sin disculparse por su demora, toma asiento y anuncia:
_ Buenas tardes. ¿Quién va a empezar la sesión de hoy?
Sin nada que decir, la chica joven y calva que había estado rascándose la nariz se levanta despacio y se para en el medio de la ronda. Primer plano de su cara, que no refleja ninguna emoción.
De vuelta la cámara gira sobre sí como si fuera la mirada de la joven, haciendo un paneo de la habitación.
_ Me aburro.- Anuncia con voz neutra.
De vuelta primer plano de su cara apagada. De vuelta un paneo de la habitación.
Poco a poco, todos los presentes comienzan a reír a carcajadas limpias y claras.
De vuelta se enfoca la cara de la chica, que por un segundo parece desconcertada, pero inmediatamente se une a las risas del resto, sosteniéndose las costillas con los brazos.