Tu sonrisa esa mañana de ciudad azul, que reflejada en la mía no era más que tristeza. Esa mirada comprensiva aunque impotente que te dediqué, creo que sin querer, mientras te ibas. El susurro que no fue palabra pero erizó tu piel y la mía cuando casi no me conocías. Yo a vos sí. Nunca lo supiste. Pocas palabras, corazón; ni lo pensamos. Cuántas maneras tuvo nuestro silencio, creo más de las que quisimos. Todas las risas que nos dedicamos olvidándonos de las cosas (si sólo así se puede reír) (ay, no seas exagerado). Esas mímicas de risa tan silenciosas que significaban nada, tan poco, que supieron salvarnos.
Por qué siempre así, siempre tanto silencio (en una de esas, después de tanto decir nos robaron las palabras). En una de esas, en realidad no tenemos nada que decirnos. En otra de esas, las palabras pudieron con nosotros, y nos rendimos antes de empezar.
3 comentarios:
y éste más, me llegóóó
lo escribiste en soledad?
(jajaja, ya basta de que me gusten todooos)
maruleraaa, vengo para avisarte nomás que voy a seguir usando el blog viejo, http://creamcheesebagel.blogspot.com :)
jiji espero que ayer la hayas pasado genial!
besote
♥
escribís muy lindo
Publicar un comentario