claro, escribiendo, pero al escribir te traducís primero a formas universales (estas, que no elegís) segundo yo las leo con mis ojos particulares, que tampoco elijo, entonces es casi como una fruta entre que es fruta y llega a mi intestino donde ya nada tiene que ver con la manzana que era y menos que menos con la semilla del manzano. el proceso de deglución del texto es violación, pero el de escritura es prostitución, y en eso vivimos.
nos alienamos en palabras para que otro nos consuma -imagen.

ni hablar de que desde que empezamos a escribir en la cabeza y terminamos en el punto inventamos figuramos mentimos toda una nueva cosa que no es, que no era, que no tiene nada que ver pero empieza a ser aparte, ahí también es dolor pero no menos felicidad, porque es inmenso; es otra cosa pero es todo y es también vos.