el pasto nunca está quieto.
pasa un tipo de traje que atraviesa la plaza con paso decidido, su niño corriendo detrás.
tiene un libro bajo el brazo.
me retuerzo para leer la tapa:
negocios superexitosos
bajo la vista para reírme sola -me dan vergüenza sus ojos-
la detengo en el pasto
más de dos segundos
para empezar a verlo moverse
el pasto nunca está quieto
es eso la conciencia, me parece
ver el movimiento de las cosas
de lo que no se mueve
Hace 3 años.
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