martes, 8 de diciembre de 2015

no asistiré a las ceremonias peligrosas. los cánticos de mis pares, de mis padres, no son mi lugar en el mundo, ni me crían ni me dejan morir. asistí a sueños preciosos, a tumbas de hielo, a sonrisas gélidas que no me enfriaron más de lo que estaba. 

cantando, cantando, cantando. pensás que con mirarme todo va a estar bien. no entendés, te perdés, la parte mía que muestra, que grita, que escupe que no, que no hay bien, que solamente va a llover una y otra vez y vos vas a estar ahí, mojándote y yo también, mojándome y pateando el agua que ni siquiera se deja patear, que salpica y se divide en mil pedazos como tus ojos y los míos, que ni siquiera pueden verse, que al encontrarse se dividen y se pierden, se mezclan, son ya aire, son ya hielo, son ya nada. 
en realidad eras el abismo.
el mismo abismo que aparece una y otra vez, vomitado, regurgitado, renacido, renacuajo, reptado, recuperado y rivotrileado.

alguna vez me asomé a lo que podría haber sido el amor

por qué pensamos, entonces, por qué apostamos
que así quizás sí
que de esta otra manera
que en esta otra pose
no.

mirarnos
llorar
mirarnos
dudar
mirarnos
morir
mirarnos
otra cosa
mirarnos
invadir
mirarnos
golpear
mirarnos
entender
mirarnos
abismo
mirarnos
comer
mirarnos
dormir
mirarnos
transpirar
mirarnos
esperar

esperar

esperar

mirarnos
resistir
mirarnos
resistir
mirarnos
mirarnos
mirarnos

No hay comentarios.:

corazón de tijeras

corazón de tijeras