Una niña pequeña, en la calle. Su pelo lacio y corto enmarca su rostro pequeño de niña pequeña, y un pañuelo rojo termina en un moño sobre su frente, decorando su cabeza. Brilla en su cálida infancia la brisa otoñal; indiferente, recorre su nuca descubierta. Le dan escalofríos, ríe. Lleva un vestido amarillo mostaza de tela gruesa, con pinzas a los costados y sin mangas. Lleva también medias de lana color bordó, a tono con el pañuelo, y unas botitas de gamuza amarilla con cordones anchos que terminan en un moño, a juego con el pañuelo que decora su cabeza.
Un resplandor se refleja por su muñeca: una cadenita de dijes dorados cae, sobre el nacimiento de su mano, en tiernas ondulaciones. El sol de la tarde genera reflejos de oro sobre la parte interna de su brazo y sobre su vestido.
Del árbol situado frente a la niña, al otro lado de la calle, cae la primera hoja de otoño, a tono con sus botitas de gamuza. La hoja danza en el aire, en el silencio, y se posa en el suelo, al tiempo que su vestido, silencioso, se pliega sobre sí encima de la vereda, debajo de la niña, bajo el sol dorado de otoño.
La niña ríe, tiene escalofríos, la brisa recorre indiferente su cuerpo desnudo, el sol entibia, despacito, su piel.
5 comentarios:
lindo blog (L) un besito.
qué sutil... es muy hermoso.
Saludos!
me gusto marula, que lindo ver algo nuevo por acá, lo extrañé,
yo me hice uno nuevo, pero me deprime que no haya comentarios, me da ganas de desactivarlos jaja (podes contribuir a que me sienta mejor) ;)
Bonito blog, y algo más que bonito.
Un saludo.
maru! subiste algo, que lindo. Fue muy lindo verte el otro día, por lo menos un ratito. En serio que te extraño.
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