hacía equilibrio para no caerme
y en la otra punta un retrasadomental
balbuceaba que cuánto faltaba para llegar
con cada semáforo más urgente, más alto
por qué no me decís cuánto falta
¿no me podés decir cuánto falta?
nadie sabía a dónde iba
ni dónde tenía que bajar
y además procurábamos mirar hacia otro lado
desde la ventana, unas mujeres
fotografiaban la ciudad
nadie va a matarse en frente tuyo,
por más que temas.
(por más que quieras).
nadie va a huir por la ventana.
ni por ningún otro lado.
Hace 3 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario